La tragedia del Fausto llenó de dolor y de angustia no sólo a los hogares de los familiares y amigos de los infortunados, sino también a la Isla toda, ante el curso de unos acontecimientos que, a medida que fue transcurriendo el tiempo, provocó una sensación de gran desconcierto entre quienes participaron en su búsqueda y la sucesión de noticias, confusas y contradictorias en algunos momentos, que jalonaron el caso.
El 20 de julio de 1968, sobre las cinco de la tarde, el motopesquero Fausto arribó al embarcadero de Las Puntas, en la costa de Frontera, para descargar unos plantones de plataneras destinados a su siembra en unas fincas que estaban roturando unos palmeros en el valle de El Golfo. En la madrugada del día 21, serían las dos y media de la madrugada, la pequeña embarcación se hizo de nuevo a la mar rumbo a su base en el puerto de Tazacorte, a donde debería haber llegado, en circunstancias normales, siete horas después.
A bordo viajaban cuatro personas: El patrón, Ramón Concepción Hernández, de 48 años de edad; un hermano suyo, Eliberto, de 41 años; Miguel Acosta Hernández, de 44, primo hermano de éstos y todos ellos vecinos de Tazacorte, así como un mecánico, Julio García Pino, de 27 años, natural y vecino de El Paso, que se había unido a ellos como pasajero.
El retraso en la llegada estimada del barco alertó a sus familiares y amigos, así como a su propietario, Rafael Acosta Arroyo, que puso el hecho en conocimiento de la Ayudantía Militar de Marina de Santa Cruz de La Palma. A través de la Estación Radiocostera de Canarias, se dio el primer aviso de alerta a todos los barcos que pudieran encontrarse en la zona, para que colaborasen en la búsqueda del motopesquero.
Aunque al principio no cundió la alarma, el SAR comenzó sus labores de búsqueda y rastreo en la zona donde se le suponía perdido, por lo que ordenó el despegue de un avión Heinkel He-111 “Pedro” del Ala 46 para que hiciera un vuelo de reconocimiento. Se pensó en una posible avería del motor, lo que haría que se encontrara a la deriva, por lo que el viento del Nordeste reinante lo habría apartado de su ruta, llevándolo a mar abierta.
En la tarde del día 23, otro avión de reconocimiento sobrevoló El Hierro en dirección a La Palma siguiendo la previsible ruta del Fausto, describiendo después una ruta en círculos en el área en que podía encontrarse la embarcación, sin que consiguiera localizarlo ni comunicarse por radio con sus tripulantes, pues se sospechaba que no llevaba a bordo aparato de telefonía. Al día siguiente se incorporaron otras cuatro aeronaves, ampliando el radio de acción a unas doscientas millas al SW de El Hierro.
En la madrugada del día 25 se recibió la noticia de que el Fausto había sido localizado esa medianoche por el mercante británico Duquesa, a unas 95 millas de La Palma, cuando se encontraba en la posición 28º 15’ N y 19º 45’ W. El capitán dijo que los tripulantes se encontraban sin novedad y después de suministrarles víveres, agua y gasoil para varios días, les indicó el rumbo a seguir y, al mismo tiempo, comunicó a la estación radiocostera que el Fausto llegaría en la tarde de ese día a su destino.
La noticia del encuentro se difundió rápidamente por la isla. A primera hora de la tarde, cuando salieron a recibirle los motopesqueros Discordia y Jacinta, existía en el puerto de Tazacorte un ambiente de gran expectación, concentrándose en las inmediaciones del viejo muelle una gran cantidad de personas, deseosas de presenciar la llegada de los cuatro hombres, a los que ya muchos daban por desaparecidos. Asimismo, desde las cercanías de El Hierro, donde se encontraba navegando, se unió el hidrográfico Cástor, que puso rumbo al Oeste palmero.
En el trozo de muelle de Tazacorte se encontraba también el armador del barco, Rafael Acosta Arroyo, nervioso aunque optimista, hablando con los periodistas y los conocidos que se habían acercado hasta el lugar y pendiente de las llamadas que recibía a través de un radioteléfono de banda ciudadana de las embarcaciones que habían salido al encuentro del Fausto. Confiaba en la experiencia de sus hombres y decía que nunca había perdido las esperanzas de que el barco apareciese y que en su opinión, todo podría haberse debido a una falta de combustible. Para despejar las dudas que se habían generado en los últimos días, dijo que el barco estaba equipado con un emisor-receptor a transistores que permitía su comunicación.
El ambiente en el puerto de Tazacorte era de auténtica fiesta, entre voladores, risas, vasos de vino y expectación, mucha expectación. Los familiares, cuatro esposas y veinte hijos, reflejaban en sus rostros las horas de cansancio y angustia que todavía vivían y entre la esperanza y la duda, había quienes prometían vestir hábito durante años si volvían a abrazar a sus seres queridos.
Sin embargo, pasaron las horas y el Fausto no aparecía. Los motopesqueros que habían salido a su encuentro regresaron de nuevo a Tazacorte y el último de ellos llegó a las siete de la tarde. Se esperaba que el barco recalase en la próxima madrugada o al amanecer del día siguiente, por lo que muchos se mantuvieron en vigilia a la espera del gran acontecimiento.
Al no aparecer en las horas previstas, el entusiasmo se ensombreció de nuevo y en la mañana del día 26, el Mando Aéreo de Canarias ordenó que continuara la búsqueda, despegando aviones de reconocimiento Heinkel He-111 y Grumman Albatross del SAR desde la Base Aérea de Gando, que volaron durante 17 horas. La Marina de Guerra, asimismo, ordenó la salida del cañonero Magallanes, el hidrográfico Cástor y los remolcadores de altura RA-2, RA-4 y RA-5, todos los cuales recorrieron minuciosamente la supuesta derrota seguida por el pesquero español tras su encuentro con el mercante británico Duquesa.
A medida que pasaron las horas y los días, comenzó a tomar forma el presentimiento de una tragedia. Todo el mundo se hacía preguntas y nadie era capaz de dar una respuesta. Entre los familiares y los amigos de los cuatro infortunados tripulantes del Fausto cundió un profundo sentimiento de pena y desesperación. El pueblo palmero, muy pendiente de las escasas noticias que se producían, contenía su sentimiento de angustia y tristeza ante lo que se temía irremediable.
El dispositivo montado por el Ejército del Aire y la Armada alcanzó unos niveles realmente excepcionales. Los efectivos asignados rastreaban una zona de 12.000 millas cuadradas cerca de El Hierro y La Palma, con sus radares en continuo rastreo. Los aviones volaban a una altura de 400 metros y se relevaban cada 12 horas, por lo que era imposible que el Fausto escapase a su localización, ayudado por una buena visibilidad. El área de rastreo se amplió en una zona de 6.400 millas a partir de unas 200 millas al SW de La Restinga. Ante este despliegue de medios, y aun considerando que el Fausto hubiera seguido un rumbo distinto al marcado por el capitán del Duquesa, el pequeño motopesquero no tenía tiempo para escapar a la zona sometida a exploración.
Transcurridos 17 días desde que saltó la alarma de la desaparición del moto-pesquero Fausto y del intenso trabajo por unidades de la Marina de Guerra y del Ejército del Aire, se dio oficialmente por finalizada la búsqueda del infortunado barco y de sus tripulantes. Los aviones del SAR suspendieron sus vuelos y las unidades de la Armada regresaron a Las Palmas, aunque se mantenía el estado de alerta. El teniente de navío Manuel Carrillo Robles, ayudante militar de la Marina en La Palma, fue designado juez especial para la instrucción del sumario.
Igualmente meritoria resultó la labor desempeñada durante todo este tiempo por los radioaficionados canarios. La estación EA8-BK, de Rodrigo Rodríguez, vecino de Tazacorte, logró localizar al capitán del Duquesa, que se encontraba en Rotterdam y confirmó su encuentro con los tripulantes del Fausto, así como su posición, el suministro de agua y víveres realizado, así como gasoil para 18 horas de navegación.
A principios de agosto se inició un período en el que surgieron noticias confusas, comunicados y posteriores desmentidos, procedentes de emisoras de radioaficionados, estaciones de radio y prensa diaria del extranjero, siempre relacionadas con la aparición del Fausto. La estación venezolana YV5-CTZ, de Juan Roberto Martín, un palmero afincado en Caracas, comunicó a EA8-BK que había recibido una llamada de un radioyente que había escuchado en la emisora Radio Rumbo una noticia relacionada con el supuesto hallazgo, comprobándose después que se refería al encuentro habido con el mercante británico Duquesa.
DIARIO DE AVISOS se ocupó también de los insistentes rumores que circularon en aquellos angustiosos días de quienes situaban la aventura del Fausto en una escapada hacia Venezuela, emulando la aventura de la etapa de los veleros de la emigración clandestina.
El 2 de agosto, un informe de un radioaficionado, en manos de la Ayudantía de Marina de La Palma, decía que el Fausto había llegado a Puerto La Cruz “con cuatro tripulantes en buen estado de salud, con provisiones sobrantes y de que habían sido atendidos por las autoridades”. Luego se comprobó que no había sido así.
Dos días después, el periódico El Día publica el texto de un telegrama dirigido a Adelto Acosta Herrera, en Santa Cruz de Tenerife, que dice textualmente: “Venezuela recibió mensaje del barco Fausto. Salieron a rescatarlos. Juan”. El firmante es Juan García Pino, hermano del pasajero que embarcó en El Hierro. Al leer la noticia, un radioaficionado palmero logró localizar en Valencia, a través de otro colega venezolano, al citado Juan García Pino, quien aclaró que su telegrama se refería a que en Venezuela se sabía la noticia de la desaparición y que lógicamente se saldría en su busca.
Otro radioaficionado venezolano estableció comunicación con un colega de Tenerife para informar que el periódico El Nacional publicaba la noticia de que una embarcación de las características del Fausto había sido avistada por aviones del Air Force Rescue en la posición 28º 15’ N y 29º 45’ W, lo que provocó que todos los radioaficionados disponibles se lanzaran a la búsqueda de un contacto con el citado organismo norteamericano de salvamento o de averiguar cuáles eran las fuentes de información que habían suministrado la noticia al periódico caraqueño.
Tres estaciones de radioaficionados de la provincia tinerfeña, EA8-BQ, EA8-FD y EA8-DX, así como otras nacionales y extranjeras, trataron por todos los medios disponibles a su alcance y durante muchas horas, de contrastar la veracidad de la noticia, hasta que se logró contactar, en la madrugada siguiente, con las autoridades marítimas de La Guaira y Puerto La Cruz, las cuales desmintieron el supuesto hallazgo del pequeño barco palmero. Al mismo tiempo, el mando del SAR estableció contacto con el mando de la base conjunta aeronaval de Rota y con el mando de la base americana de las Azores, quienes también desmintieron la noticia.
El 11 de octubre, la prensa tinerfeña sorprendió a sus lectores con una nueva noticia referida al hallazgo del Fausto. Al amanecer del día 9, el carguero italiano Anna di Maio lo había encontrado a la deriva y con un cadáver a bordo, en avanzado estado de descomposición. Su posición en aquel momento era 23º 03′ N y 38º 30′ W, distante unas 1.200 millas de La Palma.
El capitán del Anna di Maio, Bruno di Magio, decidió remolcar el barco hasta Puerto Cabello, su primera escala en el viaje que hacía desde el Mediterráneo hacia el Pacífico. Pero el 14 de octubre se recibió un nuevo telegrama enviado por el capitán del Anna di Maio, a través de Radio Roma, en el que decía que, encontrándose en la posición 19º 15’ N y 46º 26’ W, había “perdido batel de pesca Fausto por haberse ido a pique durante remolque stop entregaremos papeles descubiertos a bordo a cónsul español de Venezuela. capitán”.
A su llegada a Puerto Cabello, el capitán declaró a la Agencia Efe que el Fausto “parecía un barco fantasma, estaba totalmente abandonado”. En el cuarto del motor estaba el cadáver de un hombre joven en avanzado estado de composición. El capitán precisó que a bordo no fue hallado libro de bitácora, diario o documento que permitiese conocer la suerte de los demás tripulantes.
El segundo oficial del mercante italiano, Luciano Aseione, que fue quien descubrió el cadáver, dijo que a pesar de estar éste complemente desnudo y carecía de documentos personales que lo identificase, por unas cartas halladas a bordo se suponía que era Julio García Pino, tres de cuyos hermanos entonces residentes en Venezuela ?Antonio, Juan y Pedro- acudieron a Puerto Cabello con la esperanza de sepultar sus restos. El capitán del buque entregó al delegado del consulado de España en dicha ciudad un sobre lacrado que contenía las cartas que había dejado el infortunado mecánico.
La historia del Fausto sigue envuelta en la leyenda y en el misterio. Y en La Palma, sobre todo en Tazacorte, pervive el trágico episodio de un barco a la deriva en el Atlántico infinito, convertido en una historia triste y con unos humildes protagonistas cuya memoria evocamos con todo respeto.
Hace 6 meses
Hace 6 meses
Hace 6 meses
Después de haber visto la noticia en Cuarto Milenio y de haber leído el relato en esta página,
yo creo que cuando el Fausto volvía a La Palma, en el moto-pesquero se había “colado” alguien a bordo, 1, 2 ó 3 personas que escapaban de la ley o se habían fugado de la cárcel o algo así, y que asaltaron el barco emprendiendo su huida hacia venezuela ¿se investigó sobre esta posibilidad?¿se sabe de alguien que también hubiese desaparecido por esas fechas o se hubiese fugado de la cárcel o algo así?. Seguramente cuando el Duquesa contactó con ellos, con quien habló no era con los desaparecidos sino con los secuestradores, ¿alguien sabe si el capitan del
Duquesa vio una foto de los desaparecidos y confirmó que era con ellos con los que había hablado?¿sigue vivo el capitán del Duquesa para poder preguntárselo?. Seguramente asesinaran a los tres infortunados de los que no se volvió a saber nada y a Julio García Pino quizas no lo mataron porque necesitaban a alguien que les ayudara con el barco o quizás Julio se escondió en algún rincón del barco, o quizas lo quisieron utilizar como rehén…Lo que parece claro es que le quitaron la ropa para quedarsela ellos y el día que lo descubrieron muerto arrancaron las
páginas del diario que les delataba. Puede ser que cuando el carguero italiano Anna di Maio encontró el Fausto, los secuestradores o secuestrador, todavía estaban dentro, escondidos, esperando a que les remolcaran hacia la costa y justo cuando estaban cerca de la orilla, cortaron la cuerda y hundieron el barco para deshacerse de las posibles pruebas que les pudieran inculpar. El secuestrador o secuestradores llegaron a Venezuela con la ropa que les habían robado a estos cuatro hombres y quizás llevaron una nueva vida en el nuevo continente, sin que nadie sospechara nada de lo que habían hecho, y quizás hoy día sigan vivos, guardando con recelo toda la verdad sobre el crimen que cometieron. Si esta hipótesis fuera cierta, se trataría de algo totalmente premeditado, seguramente llevaban provisiones para comer varios meses y poder sobrevivir en alta mar. En fin, es sólo una posibilidad que se me ha ocurrido, ya que al ver la noticia me impactó mucho y no pude dejar de pensar en qué podría haber ocurrido. A ver si alguién que sepa algo sobre el tema puede contestar a las preguntas que he planteado. Gracias.
El Fausto estaba maldito. Estos marineros y el dicho barco, menos Julio, habïan sido protagonistas en otra desventura en las costas de Fuencaliente. Otro barco, tambien procedente de Tazacorte,les pidió ayuda al sur de La Palma. El Fausto les remolcó pero ante el riesgo de perder ellos mismos el control del barco optaron por cortar cabos y dejar a la deriva al barco socorrido. Este quedó al antojo de las corrientes y olas que lo arrojaron contra las rocas de la costa de Fuencaliente donde fallecieron parte de sus tripulantes.
No quiero ser yo el que manche la imagen de los desaparecidos, pero que no caiga en el olvido los que se vieron morir mientras el barco y la tripulación del Fausto les daba la espalda.
Solo dire una cosa, olga usted es una Fenomena tiene una capacidad de desarrollar la historia que posiblemente sea lo que dice o este muy cerca de lo que dices
jajaja gracias jsalvaro, la verdad es que es lo único lógico que se me ocurre que pudiera haber ocurrido y supongo que habrá muchas personas a las que también se les haya pasado lo mismo por la cabeza, pero la cuestión está en que si quienes estaban investigando el caso barajaron esa posibilidad o no.
que ingenuidad
La historia podía ser cierta pero existe un detalle que la hace improbable, el Anna di Maio pierde al Fausto en la posición 19ª 15″ N 46ª 26″ W, o sea a unas 200 millas naúticas de la costa. ¿Como llegaron a ella? Parece claro que nadando no.
Yo creo que en ese barco se llevava alguna carga, que por desgracia seria o no legal o alguna cosa del gobierno, porque no entiendo como no se pudieron encontrar los cuerpos, nada msaa ke uno, que mataron a la tripulacion, y que el mecanico viendo lo ke se aavecinaba escribio el mensaje para su mujer, que las personas que lo hicieron mataron primero a los tres tripulantes, deshaciendose de sus cuerpos, pero que el mecanico lo dejaron para poder llevar el barco al destino donde ellos lo tubieran programado, que luego lo abandonaron a su suerte con el barco, porque no sabiaan o no tubieron tiempo para deshacerse de este, porque segun creo los avisto o contactaron por radio los barcos y radioaficionados que los estaban buscando y tubieron que irse a toda prisa,Es una lastima que jamas lleguemos a saber que paso en realidad, aunque tengo la esperanza que alguna de las personas que estubieron en el ¨AJO´´, tengan conciencia y por fin desvele la verdad.
La verdad es que Olga plantea una hipotesis muy interesante, pero no entiendo como teniendo tres marineros experimentados a bordo cogen de ayudante al mecanico. La verdad es que yo me decanto por pensar que algo mas paso en ese barco, algo que ni siquiera soy capaz de imaginar. Pero tu hipotesis si que explicaria que a Julio Garcia Pino le diese tiempo de dejar testamento escrito a su mujer.
Tambien Tiscamanito tiene razon al decir que las coordenadas lo hacen muy improbable.
Esta es una historia alucinante, llevo dandole vueltas mucho tiempo…
A mi lo que me llama la atención es que cuando encontraron el barco al cabo de 5 dias de no haber llegado a su destino, el capitán del Duquesa dijera que los tripulantes se encontraran “sin novedad”, yo creo que si tienes prevista una navegación de 7 horas y al cabo de cinco dias no has llegado, te faltan víveres, agua, y sobre todo deberían de estar desesperados porque alguien los encontrara. Definir ese encuentro con un “sin novedad” me parece de los más inverosímil. Debo admitir que había llegado a la misma conclusión que Olga. Y sobre todo creo que se debería contactar con el capitán o los marineros del Duquesa y explicasen mejor lo que ocurrió.
[...] Fuente: lo incognito. wordpress.com. [...]
El enigma del Fausto « La Supergalaxia dijo esto en 1 Septiembre 2009 a 11:36 pm
Dudo que tantos fuera de la ley pudieran esconderse en un barco tan pequeño sin que los marineros que lo conocian como la palma de su mano se percataran de ello.
Creo que lo que ocurrio es algo parecido a lo que sucedio al remolcador good news cuyo capitán era Don Henry, estos tuvieron mas suerte y lograron escapar perdiendo unicamente la barcaza que transportaban
Interesante historia, pero hay mucho que investigar y decir: qué tipo de cartas recibió la esposa del mecánico?, se dice testamento, la historia de un secuestro, pero nada dice la oficialidad.
La esposa reveló el contenido de esas cartas?, porque desde una pelea entre ellos, por la comida ofrecida por el capitán del Mercante Duquesa, a solo 95 millas de las costas de La Palma.
Eso ocurre 5 días despues de su desaparicion, o sea, aproximadamente un alejamiento de 20 millas diarias. Cómo los aviones del SAR no lo vieron??.
Desde su partida el 20 de Julio, el encuentro con el Mercante Duquesa, el 25 de Julio a 95 miilas de la costa, luego el segundo encuentro a 1200 millas por el Anna di Maio el 9 de Octubre, eso nos dá una diferencia de 70 dias a la deriva, en un recorrido de 1105 millas, lo que nos dá una travesía de 16 millas diarias.
Sigo pensando de cómo los aviones del SAR que salieron hasta 200 millas en su busqueda, no los vieron??….
Lo de “El Fausto” es un misterio, quizá se hundió por corrimiento de carga, por una vía de agua, incluso pudo haber habido un abordaje de otro barco mayor, petrolero o no, y lo que vio el inglés pudo haber sido otro barco. Todo es confusión.
Alguien vio el contenido de las hojas encontradas? Es que nadie oyo lo que escuche yo? A ver:
1.- Luz, Esposa de Julio el unico del que se encontro el cuerpo, y el unico que deja constancia del desenlace en el medio de la entrevista a Cuarto milenio indica:
1.- Cuando se narra en Cuarto milenio la posible llegada del barco a puerto despues de su perdida La viuda de Julio explica: “…el pueblo completo hizo una fiesta, …fueron a recibirlos…YO NO FUI…YO ME QUEDE EN CASA….ME METI EN EL BAÑO….ME CORTE LAS VENAS”… (http://www.youtube.com/watch?v=i8SfaWZVn1A)
2.- Por que la carta dice que: No le digas nunca a Julin lo que me paso…” (extraido de la entrevista a Luz por Cuarto milenio)
3.- En la carta escribe: “Luz TU SABES QUE DIOS QUISO ESTE DESTINO…” (http://www.youtube.com/watch?v=Xy2n95wsV2M&feature=related)…”Tu SABES????”
A ver…tengo que recordar la epoca? Tengo que explicar que tan celoso y venal puede ser un marinero de pueblo español?… Es un caso de misterio o hay una explicacion mas “mundana”? Solo son hipotesis, pero…de tantas hipotesis escuchadas que ninguna hable de un tema pasional, me parece increible y esto es una opcion mas. Tres familiares juntos, uno que no lo es y el unico del que se consigue un cuerpo… Piensen y juguemos a elucubrar…que opinan?
Como ya ha apuntado alguno antes, la teoría de que un grupo de “secuestradores” se escondió a bordo no tiene sentido alguno… El barco era demasiado pequeño como para que se escondieran tantas personas. No obstante por un momento supongamos que un hipotetico grupo de secuestradores se esconden, salen de su escondite y aparecen en medio de la travesía matando a 3 de los 4 marineros dejando vivo al mecánico para que los ¿ayude?. Tras lanzar por la borda los cuerpos siguen con su camino hacia no se sabe donde. Sin comida ni agua ni combustible para llegar muy lejos quedan a la deriva. 5 dias más tarde se los encuentra el buque Duquesa y tras comprobar que están bien (dentro de lo que cabe) los aprovisiona para poder realizar la travesía de vuelta que solo durará unas pocas horas. Después de eso lo supuestos secuestradores y su mecanico retenido continuan la travesía de nuevo sin saberse hacia donde porque solo tienen combustible y viveres para unas pocas horas. Y ahora viene lo más disparatado de la teoría de los secuestradores… TRAS VARIOS MESES A LA DERIVA sin comida ni agua ni combustible, según decís cuando el barco italiano los encuentra entonces los secuestradores se vuelven a ¿¿¿esconder?? Pero vamos a ver qué sentido tiene que tiren a los tres primeros marineros por la borda y no tiren al mecánico una vez muerto? quizás pensaban comérselo? en segundo lugar en el hipotético caso de que los supuestos secuestradores todavia siguieran vivos TRAS VARIOS MESES A LA DERIVA estarían desesperados por que alguien les ayudara puesto que estarian sin viveres y sin combustible… Por tanto ¿que sentido tiene que se escondan de sus rescatadores? y lo mejor de todo, una vez están siendo remolcados deciden salir de su escondite y soltarse tras 2 dias de remolque? y como piensan llegar a la costa sin combustible??? LA teoria de los secuestradores es la teoría más absurda de todas las que escuché sobre este tema!!! En mi opinión yo creo que los marineros inicialmente quedaron a la deriva por un despiste en su ruta inicial (navegaban de noche y con niebla), quedaron unos pocos dias a la deriva pero tras ser asistidos por el barco inglés de camino a casa volvieron a perderse. Desesperados por haberse perdido por segunda vez se generó una fuerte disputa a bordo, quizás una especie de motín y una fuerte pelea con resultado de muerte para varios de ellos. Quizás el único superviviente fué el mecánico que quedó a la deriva solo y abandonado. Quizás lanzó los cuerpos por la borda porque no quería convivir con la presencia de aquellos cadáveres mientras pudiera evitarlo y finalmente murió de sed en la bodega. Quizás él fué uno de los que inició el motín o fué quien mató a alguno de ellos en la pelea y por eso tenia ese sentimiento de culpa. Lo que más me intriga es qué ocurrió con aquellos documentos encontrados y qué había en ellos escritos. No digo que fuera eso pero me parece más probable que los supuestos secuestradores.
Ya pero lo poco que se encontro tampoco indica nada del motin…recordemos que los tres primeros “desaparecidos” Son FAMILIA…de haber un motin el unico que no pertenece a ellos se queda viendo la escena de violencia Familiar?. Repito lo de la expresion del corte de las venas de la mujer, el no ir al puerto a verlo llegar, lo de no le digas nada a Jesulin, lo de tu sabes que Dios quiso este destino… Son cosas que no me cuadran y que son mas faciles de explicar bajo la optica pasional y no “misteriosa”.
Vamos a ver ¿quién ha hablado de que el tema se tenga que plantear desde una óptica “misteriosa”? Precisamente yo lo he enfocado desde una hipótesis tambien pasional…
Y por eso he puesto de ejemplo el motín (no como hipótesis definitiva, sino como ejemplo) porque no sería tan extraño que como fruto de la desesperación de 4 hombres que por segunda vez consecutiva (quizás por un fallo del patrón) se quedan perdidos en alta mar y finalmente desembocase todo en una fuerte discusión o pelea. Y de ser así quien dijo que el mecánico no interviniera? aunque solo fuera para separarlos? Pero creeme, no es fácil que un chico de 27 años sin comida ni agua tras varios dias que separe a 3 hombres de entre 40-50 enzarzados en una pelea quizás “a muerte” en la que quizás usaron armas blancas… Puede que aquel chico aunque quisiera intervenir no pudiera hacerlo, de ahí tal vez ese sentimiento de culpabilidad por no haber podido evitar aquella pelea, no debío ser una situación agradable.
Pero puede que fuera algo más sencillo que todo eso… quizás en algún momento mientras estaban a la deriva atravesaron un temporal, en un golpe de mar dos de ellos calleron al agua, y el tercero tratando de rescatarlos tambien calló… el joven mecánico quedó solo a bordo impotente por no haber podido rescatar a sus compañeros. Y de ahí el sentimiento de culpa… A saber!
En cualquier caso tal vez no fuera un motín, ni un golpe mar… como yo sugiero, pero desde luego me parece que la teoría de los secuestradores que “desaparecen y aparecen” casi como fantasmas no tiene mucho sentido, al menos tal como la han expuesto los otros compañeros de foro.
Y para acabar aclaro que yo soy una persona de entrada abierta a cualquier hipótesis, pero siempre trato de centrarme en las cosas más racionales… Si finalmente por la vía “racional” no se explica algo entonces es cuando realmente me plantearía entrar en el terreno de lo desconocido.
Saludos!